domingo, 31 de agosto de 2008

¿Y qué fue del Acuerdo Nacional?

Hace seis años, se firmó un documento llamado Acuerdo Nacional con la rúbrica de ocho partidos políticos y otros movimientos sociales, algunos ya extintos como el Frente Independiente Moralizador (FMI). Aquel 22 de julio, el Gobierno puso como meta de Estado 30 políticas, tras un proceso largo y conflictivo de concertación.

Siempre se habla que un país no desarrolla por sus políticas de Gobierno. Esto no pasa con naciones desarrolladas y otras en vías desarrollo. Cada presidente de la república tiene la manera antojadiza de bautizar un programa como le convenga. Fujimori era un especialista. Alejandro Toledo le siguió los pasos con A Trabajar Urbano, Mi Techo, Huascarán, etc.

Por eso, ha sido válida la voluntad de los movimientos políticos y sociales en trazar la ruta del Perú con el Acuerdo Nacional. Pero, la pregunta clave es: ¿En qué hemos cambiado después de seis años? Si bien, las cifras macroeconómicas demuestran de un crecimiento y hasta el vecino del Sur lo califica como un “boom”, la gran mayoría no percibe el afamado “chorreo” que pregonaba Toledo.

Después de una concertación, los líderes fijaron cuatro grandes objetivos, tales son: democracia y estado de derecho, equidad y justicia social, competitividad del país y estado eficiente, transparente y descentralizado. Estas metas son muy gaseosas, pero tienen indicadores cuantificables.

El año pasado, el Producto Bruto Interno (PBI) del país llegó a 107 mil millones de dólares. Según el Acuerdo Nacional, desde el 2003 el presupuesto de educación debería aumentar en 0.25% anual del PBI y se proyectaba que en el 2012 llegue al 6%. Si seguimos esa línea, ya vamos 1.25%. Sin embargo, esto se estrella contra la realidad.

El Consejo Nacional de Educación lamentó que para este año se fije un presupuesto de algo más de 11 millones de soles. Una cifra irrisoria ante tantas necesidades. Quizás, el Gobierno aprista quiso congraciarse con los directores de colegios y les entregó unos soles para mantenimiento de escuelas. Siempre paliativos que no afrontan un real problema. El presupuesto apenas representa el 0,0034%. El 2009, como dicen las pitonisas, no nos depara un futuro provisor.

Mientras que en el Perú se invierten unos US$354 al año por alumno, en Chile se asignan US$1,350 y en la Unión Europea más de US$4,000. Aún así, en el vecino del sur los estudiantes se levantan contra el Gobierno para exigir más recursos.

En Salud estamos más enfermos que en educación. No somos capaces de imitar a Argentina y Chile que destinan el 7% de su PBI. Allí está el ministro, don Hernán Garrido-Lecca, que busca más enfrentar a la comunidad con los médicos, en vez de solucionar los verdaderos males. En sólo dichos ha quedado la promesa electoral de un sistema único de salud. Ni siquiera se cumple con los desembolsos del Seguro Integral de Salud (SIS).

Hubo voluntad de fijar políticas de Estado, pero estas no se han cumplido. De voluntades no vivimos. Faltan unos tres años para que se inicie nuevamente una justa electoral y quien gane aplique sus propias recetas. Por allí se perfila Ollanta Humala, Luis Castañeda y de repente –como es costumbre- aparezca un off sider. Si las autoridades y sociedad civil no toman conciencia del rumbo del país, no sabemos que va a pasar cuando celebremos 200 años de independencia nacional.

1 comentarios:

aca te copio lo que comente en el blog de marita (sino lo han censurado)

merino: ¿porque tengo que hacer lo que la manada pide? ¿y sospechoso de estar encubriendo qué? ¿acaso la corrupción no está también en el periodismo arrastrado?

por ello he adoptado a mi tía palacios pero para una próxima campaña ciudadana..

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saludos y felicitaciones por el blog

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