viernes, 25 de enero de 2008

Personaje

Maestra percusionista demuestra su arte “a golpe de tierra”
Aquí, el cajón va para arriba
Piura, pionera de las campañas de difusión del cajón

Cuando se preparaba para estudiar medicina y por tradición familiar siempre abocada a la música, no se imaginó dejar su guitarra para dedicarse 23 años al cajón, emprendiendo el reto de que este sea reconocido en el mundo como nuestro, así como el pisco o el cebiche, y vaya que lo logró.
Conozcamos, señores y señoras, a María del Carmen Dongo, cuyas manos transmiten la fuerza afroperuana y, a son del cajón, demuestra que en nuestro país lo que sobra es talento.

¿Cuándo empiezas con esta campaña de revalorización del cajón peruano?
En el año 2000, trabajaba con Tania Libertad. Después de un concierto por el 28 de julio, junto a Eva Ayllón, en San Francisco (EE. UU.) se me acercaron como treinta músicos peruanos de diferentes géneros y me propusieron dejar la gira para impulsar la campaña. Me dijeron: “Confiamos en ti, porque eres mujer”. Los de la Colonia americana han elaborado un portal (www.musicaperuana.com) para promocionar el cajón peruano, pues este ya había sido copiado adrede por otros países.
Junto a los maestros del cajón, como Cayto, Ronaldo Campos, Pititi, los criollos Canano, Julio Vásquez, por primera vez nos reunimos en un programa de TV, comunicándonos con percusión y contrapunteo. Fue un hito importante.

Nuestro cajón es peruano…
El cajón es una herencia de africanos que surgió en el Perú. El músico Paco Lucía se lo llevó a España a fines del 70´, comprendiendo su importancia, sin embargo nuestro país no lo supo apreciar. Con la campaña de revalorización se logró que el Instituto Nacional de Cultura (INC) lo considere como “Patrimonio Cultural de la Nación” en el 2001, un día después de mi cumpleaños (7 de agosto). Este hecho fue celebrado el 31 de octubre – cumpliendo mi promesa- con la participación de 18 grupos en un espectáculo en el Parque de Lima y rindiendo homenaje al fallecido Ronaldo Campos.
A través de los talleres, buscamos valorar al cajón con personalidad propia, diferenciándose del resto por las adaptaciones, como es el caso del Flamenco que se le han agregado castañuelas y cuerdas. El peruano se caracteriza porque el músico se sienta sobre este, convirtiéndose en una misma unidad sonora.

¿Es gratificante luchar por algo que siendo nuestro, no todos lo aceptan?
Es triste y se siente cólera, pues cuando se emprendió el proyecto de que el cajón sea considerado como peruano tuve resistencia de limeños, músicos e historiadores, no obstante se consiguió la meta.

Una anécdota…
Cuando el percusionista español Nam Mercader mencionaba en su página Web que el cajón era un invento de España, adoptado por las colonias. Eso me disgustó. Por eso, el concierto que celebrábamos por la resolución del INC se transmitió en directo por TV e Internet, para comunicar al mundo que el cajón es nuestro. A la siguiente semana, el español cambia su versión.

El cajón, ¿protagónico o complemento?
Antes era solamente un complemento, ahora tiene protagonismo. Incluso, ya he incluido formas modernas, cambiando el típico contrapunteo de “Perú Negro”. Claro ejemplo es nuestro disco, el primero del país con sonoridad de Cajón peruano: “A golpe de tierra”. Pero, hay que trabajar para verlo vestido de festejo, así como sucede en España con el Flamenco.

Piura y el cajón…
Por medio de este concurso de cajón me da luz verde para continuar con mi labor. Me entusiasma la acogida de Piura y Moquegua, que son los pioneros con estos tipos de actividades de difusión del cajón peruano. Siento que en Lima se están alienando. Para mi es una satisfacción ver a los niños y jóvenes tocando el cajón. Esto es gratificante.

La opinión
“El ritmo es inherente al ser humano desde el vientre materno, por ello un niño le resulta más fácil aprender tocar cajón, en vez de complicarse con el órgano o la guitarra”
María del Carmen Dongo, directora de Mano Madera

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