Remezón

No cabe que duda que nuestro país se está acostumbrando a los tremendos remezones políticos gracias a las tecnologías del chuponeo, capaces de revolcarse a un Presidente de la República, un funcionario, un partido, un congresista y a un Primer Ministro.
La salida de Jorge del Castillo ha sido saludable para el Gobierno Aprista en pro de una desintoxicación de los escándalos de corrupción a raíz de los “petroaudios”, aunque es prematuro afirmar que Del Castillo es corrupto, pues su caso tendrá que pasar por una exhaustiva investigación para deslindar responsabilidades. Ese barro que tiene encima tendrá que ser limpiado con un buen duchazo.
La llegada de Yehude Simon oxigenará al Gobierno de Alan García, porque desde una óptica independiente tratará de enfrentar estos graves males sin intromisiones de “compañeros” y recuperar la credibilidad de los peruanos hacia un estado democrático. El panorama mundial tampoco llena de expectativas por la aguda crisis financiera, mientras en casa no se resuelven problemas domésticos de huelgas.
Simon ingresa a la PCM para cargar una pesada anda. Creo que tratará de demostrar, primero, que desde sus ideas de izquierda puede enrumbar este difícil país hacia su desarrollo. De hacer las cosas bien, ganará réditos porque como político nato tiene aspiraciones presidenciales. En su región ha hecho una buena gestión, mejor que todos los presidentes regionales apristones (incluido don César Trelles), donde actuó con total independencia, ahora tendrá a su costado al Apra para hacer gala de un buen manejo de la cosa pública.El primer reto del nuevo Premier será la correcta elección de personas para ubicarlos en las carteras ministeriales de gran trascendencia, como en el de Salud, donde ya no se quiere un a tipo que quiere meter a veterinarios al frente de nosocomios. Tampoco a blindados que se salvan de las interpelaciones congresales y la temida censura. Vamos a ver si Simon sabe mover las piezas del ajedrez, porque con tanto problema parece que estamos jaqueados por un peón.

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