martes, 24 de agosto de 2010

La UNP en la era del papel

Egresé hace dos años de la Universidad Nacional de Piura y tuve la esperanza de que algunos aspectos cambien en poco tiempo de la manera más sencilla y práctica. Hace unos días me convencí de que ese cambio es como una promesa electoral que nunca se cumple.


Escribo sencillo porque la tecnología es cada vez alcanzable y en ese sentido va mi crítica. Hasta ahora no entiendo para qué sirven las hojas de no adeudar que los egresados y bachilleres tienen que hacer sellar en la Biblioteca Central, la Biblioteca Especializada, la Oficina de Bienestar Universitario, el Instituto de Cultura y, finalmente, en la Facultad.

Para quienes no han pasado por este claustro les comento que dicha hoja es requisito obligatorio a la hora de tramitar un grado académico o el título universitario. Con las firmas y sellos estampados en este documento que fue canjeado luego de pagar la respectiva tasa –la cual incluye 2.50 soles de esta famosa hoja de no adeudar- deja constancia que no debes nada a la UNP.

Tras realizar un tours obligado por el campus universitario en sacrificio de mi trabajo y mi valioso tiempo, comprendí que estas hojas sólo alimentan a la burocracia. Cuando llegas a cada dependencia ni siquiera revisan sí realmente adeudas un libro, una matrícula u otro concepto, sino que solamente se limitan a poner su sello y a que firmes un cuaderno. ¿Entonces, qué utilidad tienen estas hojas? Además, de tener que esperar a la persona encargada de dicha firma que naturalmente ha de estar ocupada en asuntos importantes.

En pleno siglo XXI es una pena que en la UNP se siga en la era del papel, por poco en la carreta, porque todo esto debería estar sistematizado y, así como te chequean en los bancos para aprobarte un crédito, bastara con digitar el nombre de un alumno para saber si se tiene una deuda pendiente. Esto es práctico y sencillo.

Vergüenza también deberían sentir los estudiantes de Informática porque ellos mismos pueden concretar este mejoramiento tecnológico, pero no les hacen caso. Sería bueno que las autoridades unepinas tomen en serio este tema como tan solo un ejemplo en aras de agilizar la administración.

También es reprochable que con el dinero recibido del canon petrolero no se haya mejorado el sistema de matrícula e inscripción. Un alumno ya debería inscribirse cada semestre desde la comodidad de su hogar o de una cabina de internet y no tener que ir a los laboratorios informáticos de esta casa superior de estudio y formar largas colas para hacerlo.

El próximo año, la UNP celebrará sus Bodas de Oro de vida institucional. Sólo espero que estas pequeñas cosas cambien porque son realizables y justas. Ya es hora de que nuestra Alma Máter ingrese realmente a la era informática y que el papel quede en el pasado. ¡No más hojas de no adeudar!

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