Añejas promesas

Hace unas semanas en una fecha especial para los seguidores de Haya, el candidato a la presidencia regional, César Trelles Lara, manifestó que los medios de comunicación pretenden destruirlo y hasta dijo que un grupo de poderosos quiere restarle votos. De esas afirmaciones ya estamos acostumbrados en plena campaña electoral. La estrategia es archiconocida por los viejos políticos: victimizarse ante sus electores.

El aprista asegura también que acepta las críticas constructivas, menos las destructivas ni los improperios. En eso estamos de acuerdo porque en democracia lo que se busca es generar corriente de opinión con ideas y sin insultos para luego tomar la decisión más acertada.

Y si de crítica se trata, como un ciudadano más debo expresar mi opinión después de revisar los tres planes de gobierno que ha presentado Trelles Lara desde el 2002. Las viejas promesas, muchas de ellas incumplidas y reiteradas saltan a la vista, lo cual demuestra negligencia a la hora de analizar problemas y proponer soluciones.

El proyecto más manoseado en los planes de gobierno aprista ha sido el PEIHAP o simplemente Alto Piura. En el 2002, se estimaba una inversión de más de 306 millones de dólares que sería asumido –según la propuesta- por el Estado vía endeudamiento externo y por un aporte privado.

El entonces presidente Trelles creyó que necesitaba de un período más para empezarlo y nuevamente, pero de manera más detallada, añadió este anhelado proyecto en su plan del 2006. Se proyectaba una inversión pública de 13 millones de soles con recursos del canon desembolsados año a año a partir del 2007 y una participación privada de 1.885 millones de soles.

Ahora todos conocemos que la primera etapa del PEIHAP recién iniciará dentro de ocho meses con la construcción del túnel trasandino y la presa tronera sur y demandará una inversión de 509 millones de soles. Es probable que la gestión 2015-2018 reciba estas obras porque tardarán cuatro años de ejecución y eso sin contar los retrasos.

Con mayor conocimiento de causa, el Alto Piura está presente en el plan 2011-2014 y se espera una inversión privada de más de 4.680 millones de soles. Ya que este proyecto se ha convertido en el "caballito de batalla" del ahora presidente regional en licencia, seguramente quiere que al menos esta promesa que fracasó en sus anteriores gestiones se cumpla.

Pero el PEIHAP es sólo una muestra. Los tambograndinos escucharon hace ocho años la construcción de una nueva carretera que los uniría con Piura de manera más rápida y directa. En el plan del 2006 se estimó 26 millones de soles para hacerla realidad y, aunque ya está en vías de ejecución se ha incluido en un futuro gobierno una inversión de más de 43 millones de soles para ser desembolsado el próximo año.

Añejas promesas como la construcción de las carreteras costanera, Bayóvar-Olmos, Morropón-Chalaco-Pacaipampa, la integración vial de la sierra a través de Piura y Huancabamba, la culminación de la III etapa del proyecto Chira-Piura, el cuenco amortiguador de la represa Poechos, el proyecto de aprovechamiento de las aguas subterráneas del Alto Piura y Bajo Piura, Vilcazán, son parte de una larga lista de promesas de campaña del partido aprista que se seguirán repitiendo en los próximos planes de gobierno, a no ser que esta vez se cumplan, pero eso nadie lo garantiza.

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